TITULO: Antes de morirme (Before I die).
AUTOR: Jenny Downham.
EDITORIAL: Salamandra.
Nº Pag: 320.
ISBN: 9788415629054.
SINOPSIS:
Un día como cualquier otro te enteras de que te quedan unos pocos meses
de vida. Un golpe difícil de asimilar, sin duda, pues ¿cómo afrontas
semejante realidad? ¿Qué mecanismos psicológicos se desatan ante la
certeza de lo inevitable? Una nueva percepción del tiempo, la redefinición de las relaciones con
los padres y amigos, las primeras aventuras amorosas, en suma, un
proceso de madurez acelerado que, narrado con inolvidables momentos de
ironía y humor, destila una vitalidad sorprendente al tiempo que invita a
la reflexión sobre el verdadero valor de las cosas.
OPINIÓN PERSONAL
Hoy
comparto con vosotros una de esas lecturas que, por lo que su historia os
cuenta, cambia si no totalmente sí en cierto modo, el posicionamiento que
tenías ante nuestras vidas, ofreciéndonos un “extra” para visualizar todo cuanto nos rodea con una
mejor perspectiva, siendo la responsable de todo ello Jenny Downham, que lo hace fácilmente posible
a través de su libro “Antes de morirme”. Su autora, una
londinense nacida en 1964, no se conformó con ser novelista, dedicándose
igualmente a la interpretación, recibiendo su formación con estudios de arte
dramático. Jenny fue galardonada con los premios Branford Boase 2008 y Waterstone, además de estar en varias ocasiones
nominada por el libro objeto de esta referencia. Aunque con posterioridad
publicó varios libros, no alcanzó el éxito hasta que el boca a boca de sus
lectores desató un enorme interés por que
todos se contagiasen por conocer a su protagonista Tessa, deseando sentir esa repetida
emoción percibida por todos. El descubrimiento de esta autora se lo debemos al
conocido editor David Fickling, a cuyo talento le debemos hallazgos literarios
de fama mundial tales como “El niño del pijama de rayas” entre otros. Es
cierto y todos podemos coincidir en que historias
como las que desarrolla este libro abundan en nuestra literatura, pero
obviamente no todos llegan a despertar en el lector sentimientos o emociones
nacidos en lo más profundo de nuestro ser, pocas veces conseguido dicho sea de
paso, por lo que el tema central de la historia siempre me ha interesado, no desperdiciando
la oportunidad ser partícipe del relato que firma Jenny, comprobar su
particular abordaje respecto de este tipo de experiencias vitales y penetrar
con su ayuda en la mente de Tessa, dejándome llevar por ella para intentar
aprender, si ello es posible, de su vivencia y lo realmente importante de cuanto nos rodea.
Tessa Scott es una joven de 16
años a la que le diagnosticaron cáncer cuando tan solo tenía 12. Sus padres
están separados, conviviendo ella junto con su hermano pequeño y su padre en el
hogar familiar desde siempre. Su padre abandonó todo para volcarse en su
cuidado, dejando de lado su trabajo para dedicarse por completo a su hija.
Carl, el hermano pequeño, presenta una fuerte personalidad, por otra parte
impropia de su edad y aporta la nota de humor en todo momento, aunque este se
caracterice en ocasiones por ser un humor un tanto negro. Por otro lado, su
madre que los abandonó hace años, ha vuelto recientemente a sus vidas y se
niega, en cierto modo, a aceptar la situación de Tessa. La enfermedad que poco
a poco la apaga en concreto es leucemia, pero aun teniendo muy presente sus
limitaciones, Tessa intenta llevar una vida, en lo posible, de lo más normal. Toma
la pared de su habitación como el lugar idóneo donde exponer su particular
lista de las diez cosas que desearía realizar antes de morir, nada difícil o
inalcanzable sino todo lo contrario, locuras propias de su edad: quebrantar la
ley, decir “SÍ” a todo durante un día, enamorarse, llegar a ser famosa, entre
otras cosas. Para ello cuenta con la ayuda de su mejor amiga, Zoey, el “vive al
límite” personificado, una chica excéntrica, hedonista y divertida que aunque
resulta insensible en apariencia, adora a Tessa. Nuestra joven conocerá también
a su vecino Adam, un chico algo tímido que pasa gran parte del tiempo en casa,
cuidando de su madre y haciéndose cargo de su hogar. La vida de Tessa se
convertirá en una montaña rusa de momentos realmente maravillosos y divertidos,
teñidos en ocasiones por duras y crueles situaciones, consecuencias inevitables
de su enfermedad.
El relato de toda la historia
se realiza a través de Tessa, quien en primera persona nos transmite su propia
visión de su vida, sus emociones, sus sentimientos, sus alegrías y sus
tristezas, sus objetivos,…en definitiva su vida y sus circunstancias, mostrándonos
que la vida que todos conocemos es preciosa y hermosa, pero haciéndonos saber también
que hay personas que les ha tocado vivirla con su asignación particular “extra”
de sufrimiento, llegando ésta a poder ofrecer su cara más cruel e inmisericorde,
no haciendo distinciones de ningún tipo, incluso ya se trate de niños, adultos
o ancianos. Por momentos me desagradaba su actitud, su comportamiento borde, a
veces prepotente en sus expresiones, proyectando hacia los seres que más la
aman toda su furia, toda su rabia. Algo por otra parte comprensible, ya que debido
a su estado y circunstancias se encuentra enfadada con el mundo. Pero la
aceptación y resignación en su proceso de adaptación la irá poco a poco
devolviendo a aun estado de “cierta normalidad”, marcándose nuevas metas y
objetivos en su vida, o lo que según piensa, le pueda quedar de ella. En
consecuencia, observa con esperanza, ese nuevo listado que “hoy por hoy” marca
esos deseos que la harían, “paradójicamente”, feliz.
Pese a lo insulso y anodino
que el relato puede parecer en sus inicios, intencionado supongo por parte de
su autora, por mostrar la expresión emocional de la protagonista, poco a poco
va cambiando estas sensaciones, pues con enorme acierto consigue llegar al
lector gracias a un lenguaje muy conveniente, en el que cada momento es narrado
con las adecuadas palabras, logrando paulatinamente que conectemos con el
personaje principal y junto a ella nos replanteemos nuestro “todo”. En síntesis rezuma vitalidad, resultando una
inyección de ánimo y fuerza para los momentos que por desgracia, a veces, toca
vivir.
En el libro predominan los
diálogos, lo que favorece que la lectura se vuelva ligera y entretenida sin
necesidad de dedicar líneas y líneas a describir personajes o lugares. Pero
esto no es óbice para que Jenny nos muestre la realidad en su estado puro y
cruel, mostrándonos como afecta esto a Tessa, cogiéndonos de la mano muy fuerte
para que podamos ser testigos de esos instantes brutalmente trágicos en la vida
de esta chica, que provocaran que de “tus cristalinos” broten lágrimas llenas
de emoción. ¿Y que os podría decir de la relación de Tessa y el chico que
acabará conquistando su corazón? Descubriréis momentos muy emotivos.
Jenny convence de un modo
sencillo, prescindiendo de los tópicos, logrando que su historia guarde un
equilibrio moderado entre sus personajes y la vida real.
“Momentos...Nuestra
vida es una serie de momentos. Cada uno es un viaje hacia el final. Déjalos ir.
Déjalos ir a todos. Justo aquí, ahora mismo, definitivamente un momento.”
★★★ 3,5/5