sábado, 11 de marzo de 2017

RESEÑA #50 "LOS SUFRIMIENTOS DEL JOVEN WERTHER" - J. W. GOETHE


TITULO: Los sufrimientos del joven Werther (The sorrows of young Werther).
AUTOR: J. W. Goethe.
EDITORIAL: Vicens Vives.
Nº Pag: 272.
ISBN: 9788468206646.

SINOPSIS:
El inusitado revuelo de su publicación no se debió en verdad al argumento de la obra (las funestas consecuencias del amor frustrado de su protagonista por una joven ya comprometida), ni tan siquiera al hecho de que la historia se insparara en la experiencia personal del propio Goethe; sus verdaderas causas estribaron en que el libro supo dar forma a la inquietud y la insatisfacción que agitaban la conciencia de las gentes.



OPINIÓN PERSONAL
   Puntual a nuestra cita semanal, nuestra nueva reseña aborda todo un clásico de la literatura universal, una obra de renombre en la literatura alemana, “Los sufrimientos del joven Werther” de J. W. Goethe. Durante su infancia Goethe aprendió numerosas lenguas clásicas y se instruyó en diferentes artes (música, dibujo, esgrima…etc.) todo ello gracias a la magnífica educación que su estatus y posición social le permitieron. Con los años y tras reponerse de una importante enfermedad pulmonar logra licenciarse en Derecho pese a que esta carrera no le motivaba lo suficiente. En 1774 publica esta obra en la que, entre otros aspectos, cabe destacar la confluencia de las diferentes corrientes de la época, la Ilustración, el Romanticismo y el Clasicismo entre otras. A pesar de la fama que este trabajo le reportó, Goethe manifestó en repetidas ocasiones su arrepentimiento público acerca de su narración y de las confesiones que desveló en dicho trabajo, llegando a  atormentarle su obra hasta sus últimos días como un penado  fantasma.  La edición que poseo incluye una extensa y cuidada introducción que nos desarrolla tanto la biografía de Goethe como un profundo análisis del clásico, resultando ambos aspectos curiosos e interesantes para el lector, el cual encontrará muy productivos y provechosos. Las ilustraciones al pastel que se acompañan, obra del artista norteamericano Gary Kelley, rebosan belleza, contribuyendo a facilitar una visualización del mundo de Werther.

     A través de las cartas que dirige a su amigo, Werther cuenta sus momentos y vivencias durante su estancia en el ficticio pueblo de Wahlheim, para el cual el autor se basó en la ciudad de Garbenheim. Nuestro protagonista describe en sus cartas todo aquello que le acontece con infinidad de detalles y gran pasión, algo propio del espíritu que origina la corriente del Romanticismo. Es así como nos hace participe, al igual que a su amigo, de su primer encuentro con la joven y preciosa Lotte (abreviatura o forma hipocorística del nombre de Charlotte), y de cómo queda prendado de su carácter. Conforme transcurren los días Werther y ella se ven con más frecuencia y los sentimientos  hacia ella nacidos en él, se avivan con cada mirada, con cada palabra y cada gesto que ella le dedica, no  siendo capaz de controlar esta creciente catarata de emociones que han despertado en su interior y que está experimentando con gran pasión. Es entonces que recibe la noticia de que Lotte se haya comprometida con Albert, un hombre unos años mayor que ella. A pesar de este duro golpe, Wether mantiene la relación cercana con la joven y entabla una amistad con Albert, a quien respeta. A nuestro protagonista le agrada al tiempo que le tranquiliza en cierto modo, saber que ella es tratada con respeto y delicadeza por parte de Albert. Tras ausentarse un tiempo del pueblo, comprueba a su regreso que el matrimonio ya ha sido celebrado y  que su estéril esperanza, que siempre se negó a abandonar, ha quedado anulada definitivamente sin remisión.  Es a partir de este instante que Werther experimenta un apesadumbrado sentimiento de ahogo, embargado por un desalentador y desesperado espíritu que dista mucho del juvenil y vivaz que respiraba en sus primeras cartas. Seremos de este modo, testigos  del declive, del crepúsculo de este personaje, arquetipo de la corriente del Romanticismo

     La obra se divide en dos partes, libro primero y libro segundo, ambas antagonistas, se corresponden con los dos períodos que sufre el protagonista y que decidirán e influirán sobre su carácter, y en definitiva sobre su existencia. Quizá se deba al hecho de que la novela es una obra semiautobiográfica, pero su autor logra trasmitir con sus palabras, con su personal forma de expresarse, los sentimientos tanto positivos como negativos, con el mismo ímpetu que los experimenta Werther. Todo ello lo manifiesta a través del género epistolar, concretamente el monológico ya que en ellas solo aparece un correspondiente. Solo al final del relato la perspectiva del narrador dará un giro inesperado pero necesario, dada la incapacidad del protagonista para seguir relatando su situación.

     La naturaleza y lo sencillo son aspectos tan relevantes como los propios personajes. Está presente a lo largo de toda la historia y la admiración que Werther siente hacia lo mundano, lo cotidiano, y hacia la naturaleza y el paisaje que nos rodea es algo que queda constatado en numerosas ocasiones. Pero dicho asombro y ensimismamiento se verán consumidos con el paso del tiempo, al igual que el propio personaje que se debate en una espiral constante de contradicción: ama leer pero no quiere recibir libros, le entusiasma pintar y es incapaz de retratar a su amada, mantiene una lucha infernal entre la realidad y el deseo, la esperanza, y lo que realmente vive y lo que sueña. 

     Realmente disfruté los diálogos en los que Werther expresa todo lo que piensa, todo lo que siente, haciendo honor a sus principios e ideales.

     Indirectamente es destacable igualmente el personaje de Lotte, por medio del cual Goethe intenta simbolizar las diversas figuras que en ella convergen. Somos conscientes de la prematura y obligada madurez de la joven debido a sus circunstancias, de la serenidad de quien tranquiliza a quienes les rodean frente a su entusiasmo por los bailes, así como de su faceta asistiendo a enfermos y moribundos. Todo ello denota el amor que el autor sentía por su amada, en la que se basó y de la que tomó su nombre, y a pesar de parecer tan inalcanzable (denominándola “ángel” tal y como en varias ocasiones manifiesta a través de las palabras de Werther) se esfuerza por convertirla en alguien terrenal. 

     Cabe destacar el fuerte impacto que causó la publicación de este clásico en su momento. Los jóvenes vestían y se expresaban como el protagonista, despertando así lo que se conoció como la “fiebre de Werther” o “furor Wertherinus” y desatando una ola de sucesos similares a los que el propio personaje experimenta al final de la obra. La repercusión  y trascendencia social de la obra tuvo un impacto tan fuerte que la psicología pronto tuvo que darle cabida  bautizando el síndrome como “efecto Werther”. Napoleón la considera la obra europea más importante de la época (siempre llevaba con él un ejemplar) e incluso en otro clásico como “Frankestein o el joven Prometeo” su autora M. Shelley lo menciona.

     Por todo ello, “Los sufrimientos del joven Werther” no puede pasar por nuestras manos sin más, requiriendo nuestra atención en todos y cada uno de los debates que nos propone su autor y consiguiendo que experimentemos el amplio abanico de emociones que embargan al protagonista. Porque al final a todos nos mueve y conmueve la pasión por aquello que amamos, permitamos que las palabras de Werther continúen inmortales y atemporales, despertando, estimulando y provocando de este modo los sentimientos de las futuras generaciones.

“El hombre es sólo hombre y la escasa inteligencia que pueda tener poco o nada cuenta cuando la pasión se agita y está uno confinado por los límites de lo humano.”
 
★ 4,5/5

2 comentarios:

  1. Hola! Has hecho una reseña muy buena de este libro.
    Yo lo leí hace un tiempo y la verdad hay muchos aspectos que he olvidado, por lo que creo que no me vendría nada mal un repaso a la historia.
    Eso sí, recuerdo muy bien ese sentimentalismo romántico cargado de fuertes pasiones que, como dices, convirtieron la obra en una de las grandes novelas de la época. En su momento me gustó mucho, y creo que si lo vuelvo a leer encontraré aspectos que antes no pude apreciar del todo.
    Saludos,

    Sofía

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  2. ¡Hola Sofía! Me encantó leer tu comentario y comprobar que la reseña ha logrado transmitir y captar la esencia del libro y del protagonista. Es uno de esos clásicos a los que podemos acudir una y otra vez para impregnarnos de esa fuerte pasión que transmite a través de sus palabras. Me alegro de que te guste :)
    ¡Un abrazo!

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